Escucha la Biblia.

Tuesday, April 21, 2009

¿Como oiran sin haber quien les predique?

¿Qué experimentó Jesús en el encuentro con Nicodemo, influyente miembro del concilio? ¿Qué pensó cuando se le acercó el «hombre principal» que hoy llamamos el joven rico? ¿Qué guardaba en su corazón cuando miró a Zaqueo, miembro de la elite social del momento y colmado de dinero mal habido? ¿Qué motivó a Jesús para que invitara a Mateo a integrarse al grupo de los Doce, aun siendo un despreciado recaudador de impuestos, empleado por el Imperio Romano?

Estos son algunos ejemplos de preguntas sin respuesta aparente. El Nuevo Testamento muestra diversos encuentros concretos que Jesús, movido por amor, sostuvo con hombres de dinero, con poder o ambos.

¿Quiénes serán, hoy, los nicodemos, los jóvenes ricos, los zaqueos y mateos, aquellos que, aparentemente, «lo poseen todo»? Entre estos profesionales, hombres y mujeres de negocio, y personas en el poder, muchos aún no se han encontrado personalmente con Cristo ni han experimentado todo lo que, con él, viene por añadidura. Posiblemente a algunos de ellos los han contactado las iglesias para solicitarles favores, influencias o colaboraciones. Pocas veces han sido alcanzados de la forma que Jesús tocó a estos, con un amor profundo que miraba sus corazones, con el deseo único y exclusivo de llenar sus vidas. Algunos intentos aislados de acercamiento no han producido resultados representativos. Otros intentos, realizados en forma masiva, han apelado más a sus bolsillos que a su corazones, su arrepentimiento y entrega.

Buenos Aires —solo como ejemplo de una ciudad del continente— con más de 12.000.000 habitantes, cuenta con más de 2.000.000 de profesionales, empresarios o personas en posiciones de poder, y que pertenecen a un segmento socio-económico alto, pero la mayoría de ellos no conocen a Jesús.

¿Cómo oirán sin haber quien les predique?

En la pregunta del apóstol Pablo también están incluidos los que pertenecen a este sector de la sociedad. Ellos dirigen empresas, son responsables de cientos de miles de empleados y operarios, gobiernan municipios, provincias y los destinos del país. Legislan, son los responsables de la distribución no equitativa de la riqueza, de la generación de nuevos empleos, de la educación, y de los proyectos a corto, mediano y largo plazo en todos los ámbitos. Son también padres, esposos y esposas e hijos. Viven y toman, cada día, decisiones sin la gracia y dirección del Señor. Un mismo evangelio, una misma verdad revelada en Cristo, un mismo poder salvador y restaurador de las vidas, una misma fuente de fe y prácticas en la Palabra, una misma presencia poderosa del Espíritu Santo están también a disposición de ellos. Pero las formas y los medios de acercarnos a ellos y de mostrar un evangelio personal de profunda relación con Cristo deben ser distintivos.

Éxito que no satisface

Estos hombres y estas mujeres han alcanzado, en muchos casos, un importante nivel de éxito en su carrera empresarial, en su desarrollo profesional, en su crecimiento económico, o en su participación en el poder. Desde su posición de éxito, los mueve un solo deseo: la lucha por mantener su posición y, de ser posible, extender cada día más su alcance. Buscan más éxito, más desarrollo, más dinero, más poder. El resultado de esta interminable lucha es una profunda insatisfacción. Viven cercados de bienes y momentos comprados. Están cargados de ocupaciones y obligados a una intensa vida social. Sus hijos, inscriptos en las mejores escuelas e involucrados en una diversidad de actividades, viven tan ocupados como los padres.

Nuestra pequeña y reciente experiencia en el trato con ellos nos muestra que, en su soledad, acuden a lo que tienen a mano. Esto puede ser un adivino, prácticas ocultistas, filosofías de diversos orígenes, libros de autoayuda y tantas otras cosas que contienen, todos, el mismo atractivo: un escape de la soledad.

En general, estas personas están tan decepcionadas de «la iglesia» tradicional, como de la multiplicidad de iglesias existentes en el mundo cristiano evangélico y el evangelio mediático que no desciende a sus necesidades personales. Se sienten frustrados por la imposibilidad de diferenciar a «la Iglesia universal» de «la iglesia» que está a la vuelta de su fábrica y, pocas veces, en los barrios donde residen. Buscan una salida espiritual, pero el evangelio que transforma vidas a menudo no lo encuentran a la mano. En otras palabras, no los ha alcanzado el evangelio, ya sea por omisión o por exclusión.

Un trato personal para una relación personal

Un amigo preguntaba a su hijo: «si te quieres comprometer y casar con una chica, ¿qué necesitas hacer primero?» El muchacho contestó, con sencillez y sensatez: «simplemente conocerla». Del mismo modo ellos necesitan conocer a un Jesús personal, exclusivo, profundo, estable. Para esto, deberán descubrir primero al Jesús personal que vive en quienes estamos misionando entre ellos. Cuando descubran un estilo de vida diferente, comenzarán a formular sus preguntas, recreando, una vez más, el mismo tipo de encuentro que tuvo Jesús con el joven rico (Mr 10).

Esto implica la necesidad de un trabajo personalizado con ellos. En muchos casos serán necesarios varios encuentros con estas personas sin hablarles de Cristo. No obstante, él se estará manifestando por medio de nuestras vidas y ellos buscarán, por su propia iniciativa, nuevos encuentros.

Cuatro pasos para un acercamiento genuino

Cuatro palabras describen las claves sobre las cuales está fundado este ministerio: acercar, amar, testificar, discipular.

Acercar:

Ir es el imperativo de la gran comisión: «Vayan, pues, y …..». El primer paso es acercase a ellos en sus lugares de acción y pertenencia. Existen miles de «sicómoros» o «bancos de tributos» donde ellos se refugian. Generalmente están ocupados en sus asuntos y no responden a llamados o convocatorias con alguna carátula evangélica. Por esto, desarrollamos diversas actividades de acercamiento, conforme a sus inquietudes, a sus áreas de interés y a sus ámbitos laborales.

a) Una escuela de comedia musical infantil: las llevamos a cabo en el centro mismo de uno de sus barrios, donde semanalmente recibimos a los niños y tomamos tiempo para estar con los padres. La misma es dirigida por una coreógrafa que es profesora de expresión corporal. Esta actividad abre un acercamiento particular con las familias, a partir de los valores expresados en las canciones y en los musicales que se presentan.

b) «Tu propio estilo»: con una persona especializada en consultoría de imagen desarrollamos seminarios y consultas individuales sobre imagen personal. Dirigido a mujeres, es un programa que busca relacionar los valores estéticos y de la belleza con los valores de la vida misma.

c) Seminarios de mercadeo y creatividad: Son seminarios con herramientas técnicas para empresarios y profesionales, en los que se priorizan los valores. Los seminarios son dictados por profesionales comprometidos con este ministerio. Uno de los objetivos es estar más cerca de estos hombres y estas mujeres para entender mejor su mundo.

d) Café temático: Dirigido principalmente a hombres y mujeres jóvenes de este segmento (menores de treinta años). Se organizan reuniones, café de por medio, en los que se debaten temas generales desde una perspectiva personal.

e) Clases de conversación en inglés con profesores nativos: Muchos de estos empresarios están interesados en mejorar su inglés y acceden a estas clases. Son abiertas en cuanto a contenido. Los profesores integran el ministerio y apuntan sus temas a aspectos personales.

f) Programas conjuntos en zonas de veraneo: Estamos desarrollando una primera experiencia de trasladar algunas de estas actividades de acercamiento a zonas de veraneo, concurridas mayormente por los sectores más pudientes de la sociedad.

Amar

Lo más fuerte del ministerio de Jesús fue su amor incondicional. No intentó que cambiaran sus hábitos, sus vicios o su vocabulario. Simplemente los amó. Las demostraciones de amor de Jesús nos han enseñado a tomar una mirada diferente: amor en lugar de juzgar sus acciones; amor en lugar de discriminarlos; amor en lugar de pretender cambiarlos; amor en lugar de la censura; amor antes que nada. El amor de Jesús hacia cada una de estas personas fue lo que le facilitó al Señor una relación personal con ellas, con preguntas y respuestas relacionadas directamente a sus propias necesidades.

Cuando utilizamos un adecuado acercamiento, ellos comienzan a manifestar aspectos personales y, sobre la base de estos aspectos personales, surge un genuino vínculo de amor. Una de las mujeres que integra este ministerio, estaba tomando café con un grupo de mujeres en un conocido centro de compras. Era una de sus primeras experiencias de acercamiento. Una de las mujeres comenzó a mirar la borra de su café mientras que las otras, con mucha picardía y groserías, hacían sus comentarios. Nuestra compañera de ministerio se sintió profundamente desilusionada. Llegó a casa lamentando el tiempo invertido y cada una de las acciones que había vivido esa tarde. Entrando a la presencia del Señor dijo: «Señor, si me has encomendado a este ministerio, primero enséñame a amarlas tal como son». Lleva tiempo aprender y sentir amor genuino.

Testificar

He mencionado la importancia de mostrar un Jesús vivo, más visible por nuestra forma de ser y de actuar que por nuestras palabras. Intentar predicarle a estas personas sería repetir la experiencia de cualquiera de las iglesias que alguna vez visitaron. Establecer un debate implicaría discurrir eternamente sobre puntos de vista diferentes.

Un evangelio vivido y práctico, en cambio, despierta preguntas en las personas con las que nos relacionamos. Luego tendremos tiempo de explicar lo que Cristo ha hecho en nuestra vida, cuáles fueron los medios que él usó para llegar hasta nosotros, cómo fue nuestra respuesta y cómo puede actuar también en la vida de ellos.

En una conversación con un empresario de origen judío, luego de varios encuentros de acercamiento, fue más que hermoso descubrir que él había comenzado a comprender la importancia de una relación personal con Jesús, cuando confesó: «quisiera que sigamos hablando. Conozco algunas cosas acerca de Jesús, aunque todavía no es mi Mesías». Hoy seguimos orando por este empresario, pero él ya está participando en nuestro ministerio, ya que nos ha cedido un espacio diario en su radio, de lunes a domingo, dirigida específicamente a profesionales y hombres y mujeres de negocios.

Discipular

Enseñarles a seguir a Jesús como su Maestro será el próximo paso. Los que manifiestan inquietudes o entienden y aceptan a Cristo en sus vidas, son discipulados personalmente en encuentros individuales. El objetivo es fortalecer, en el Señor, aquellos aspectos mas críticos de su vida. Generalmente, durante esa etapa comienzan a integrarse a alguno de nuestros grupo pequeños de estudio de la Biblia, donde experimentan acompañamiento y crecimiento. Luego vienen otros aspectos de su desarrollo cristiano, como las inquietudes que algunos expresan por integrarse a una iglesia, participar del bautismo, ofrendar y mostrar de otras formas su crecimiento y madurez en Cristo.

El proceso enfatiza la persona de Jesús, su salvador, su guía y su maestro. Se les enseña que su fe deberá sustentarse en una relación personal, diaria y profunda con el Señor. Esta es la parte más importante del trabajo del discipulado. Deberán conocer al Señor Jesucristo claramente manifestado en los evangelios para que su nueva vida sea una imitación del Maestro. Los cambios que afectarán sus vidas, sus costumbres, sus relaciones, sus negocios, serán el resultado de la obra del Espíritu Santo en ellos. Este giro en su vida revelará claramente la presencia de un Jesús personal, vivo, dinámico y actual, que responde a sus necesidades.

Paso a paso

El comienzo de este ministerio ha sido acompañado por sorprendidos, admiradores, adherentes y opositores. Cada uno ve la realidad desde su propio lugar y, a partir de allí, es válida sus visión de la realidad y del mundo. Nosotros hemos querido ver a profesionales, empresarios y personas en el poder desde la óptica del Nuevo Testamento, desde el corazón sensible de Jesús, compasivo hacia todos. Entendemos que la cultura cristiana latinoamericana nos lleva a relacionarnos con muchísimas de estas personas que, siendo instruidas, son ignorantes, pues desconocen las verdades de Jesús. En su lugar conocen a un cristo ritual, ajeno al Jesús de Galilea cuyo interés es la vida de cada uno de ellos. ¿Cómo creerán en aquel de quien no han oído? Nuestra respuesta es que ellos también tienen derecho, desde su lugar de poder, desde su empresa, desde su profesión, a escuchar y, finalmente, creer.

El autor Eduardo Malvé (info@bappargentina.com) es empresario, con capacitación en el área de mercadeo. Es también uno de los fundadores de Buenos Aires Professional Project, un ministerio que busca las formas de dar a conocer a Jesús entre profesionales y empresarios. ©Apuntes Pastorales.

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